Me pregunto más veces que qué quiero que veces me las respondo.
Me las hago de todas formas, agresivas, divertidas y dulces pero de una forma u otra solo termino cabreada porque no sé lo que quiero.
Soy tan indecisa como bipolar,
tan idiota como pesada,
y tan de sorpresas como impaciente.
Puedo ser tan estresante en un minuto que solo consigo aminorarlo,
dando vueltas en el colchón para ver en que postura ver tal y como es lo que cae a los pies de la cama y cómo saber no dudar, y sí aclarar.
Ahora estoy en la postura número diecisiete, en la que siempre me quedo y no logro alcanzar un grado más.
Será que ésta es la mia, será o no será, pero las sabanas no me dejan avanzar más.
martes, 25 de junio de 2013
Postura diecisiete.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario