¿Donde está tu máquina?.

Estoy acostumbrada a hacerme preguntas, pero al segundo se me olvidan.
Sin respuestas, preguntas libres.
Palabras claves sin un refugio, siempre se las declaro a cualquier ser, pero al segundo se me olvidan.
Frases sin sentido, completas de palabras escritas por momentos míos de gloria, en los que estando desanimada tengo la parte escritora animada. 
Un libro es esto, frases sin sentido y con sentido a la vez. Que sin pensar te vienen palabras que jamás pensarías que existiesen dentro de ti misma.
¿Os imagináis que hubiese una máquina de escribir dentro de vuestras cabezas y escribiese todo lo que pensáis? ¿Cuántos folios? ¿Cuántas letras?. Una barbaridad de letras, de tinta negra, de historias sin sentido como las frases que la forman, como tú crees que es tu capacidad de escribir, para dialogar, para expresarte.
Esos folios estarían llenos de recuerdos donde disfrutamos y donde no; por tanto disfrutamos pues, y escribir, que no importa si escribes un simple "Hola" o dedicatorias de Neruda.
Aquí todos somos libros, páginas, índices, dedicatorias, y aquí os digo que pienso escribir un libro, ¿te apuntas a ser mi dedicatoria personal?.

Aquí todo es importante.

Porque cada cosa que pienso, cosa que desecho, porque cada cosa que pienso tengo que escribirla para que no se me olvide, porque cada letra es importante, porque cada segundo es importante, porque todo lo que escribo es por ti y tú no eres importante, pero yo sí, yo sí soy importante.